Nada que ver con los corsarios, aunque estos puede que usaran los famosos cuchillos para la vendetta ,
aunque la navegación marítima sea parte inseparable de esta isla pródiga en calas y playas donde guarecerse de tormentas y
otras persecuciones,
aunque el símbolo nacional sea un moro con un pañuelo atado en la cabeza, casi como el de un pirata,
aunque fuera la cuna de cierto prodigio militar de polémica grandeza,
aunque las curvas de sus caminos parezcan más bien trazadas por bandidos queriendo borrar la huella de su huida,
aunque el jabalí de severos colmillos sea el plato más apreciado en su cocina: según el diccionario un corso no tiene nada que ver
con un corsario, pero también él guarda con orgullo y tal vez celo un riquísimo tesoro de playas cristalinas, de exquisita despensa,
de botijas con dulcísimos licores…