El mundo revienta, se cae en pedazos, el miedo, las hambrunas, la hiel y los desastres naturales se agolpan cada día para recordarnos nuestra fragilidad aquí en la tierra. Pero los blogueros de la red siguen su curso tan ajenos, fieles a su insignificancia trascendente. Trascenderá: la intrascendencia visceral de todo bloguero.

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Ma maison Un monde absurde UNE PERSONNE PARTICULIÈREPensées et émotions
¡Cuán absurdo!
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